La yuca es el género de unas 50 especies de plantas. Estas plantas suculentas son nativas principalmente del sur de América del Norte y el Caribe, pero se extienden hasta partes de Alberta, Canadá. La yuca es una planta que prospera en los ambientes cálidos y áridos del suroeste de Estados Unidos. Las plantas de yuca se usan como ornamentales y ahora se pueden encontrar creciendo bien en lugares como Maryland y Missouri.
La mayoría de las especies de yuca no tienen los tallos de una planta tradicional. En cambio, tienen una roseta sin tallo de hojas rígidas, perennes, en forma de espada y producen racimos de flores blancas. Algunas especies pueden crecer tan altas como árboles de tamaño mediano, pero la mayoría son más de la variedad de tamaño de arbusto.
Las raíces de la planta de yuca se pueden convertir fácilmente en champú y jabón. La raíz de yuca contiene un compuesto llamado saponina, que tiene propiedades detergentes.
Para hacer jabón limpia la raíz de yuca quitando toda la suciedad. Retire la piel exterior de las raíces. Luego, corte la raíz restante en pequeños pedazos que no superen los cuadrados de una pulgada. Es importante mantener las superficies recién expuestas lo más limpias posible.
Pulveriza estas piezas hasta convertirlas en pulpa enojándote con ellas y golpeándolas hasta que se sometan con un mazo. Cuando la papilla haya cambiado su color de blanco a ámbar claro, ¡su champú estará completo!
¡Ahora se puede usar o secar para su uso posterior! Para secar colocar la pulpa en una cacerola y secar al sol u hornear a baja temperatura hasta que quede seca y crocante. La pulpa de yuca seca ahora se almacena y se puede usar como una barra de jabón normal.
Guarde las partículas en un lugar fresco y seco.
El jabón se usa como un jabón regular, pero el proceso de lavado con champú probablemente sea diferente al que está acostumbrado. En un recipiente o recipiente con agua, agregue al menos un puñado de pulpa al agua. Mezcle el agua vigorosamente. Retire la pulpa flotante después de que el agua comience a formar espuma. Ahora, sumerge tu cabello en el agua y enjabónalo lo mejor que puedas. Enjuague con agua limpia para completar el proceso. ¡Disfruta del brillo!