La lechuga silvestre y la lechuga espinosa (
Lactuca virosa/Lactuca serriola), ambas también conocidas como lechuga opio, son excelentes analgésicos naturales. El dolor es un síntoma de casi todas las dolencias que nos aquejan. Sin dolor, no sabríamos que hay algo que necesita ser abordado. Sin embargo, una vez que reconocemos el problema, el dolor se convierte en una carga de la que preferiríamos prescindir.
Muchas personas han utilizado la lechuga silvestre durante siglos como un analgésico recetado no adictivo e incluso hoy en día debería ser una excelente alternativa a los opioides adictivos. Entonces, ¿dónde vive esta planta y cómo puedes reconocerla?
Desafortunadamente, la lechuga silvestre no es originaria de América del Norte. Crece de forma nativa en gran parte de Europa, Pakistán, India y Australia. ¡En América del Norte, ambas especies han invadido y una o ambas ahora se pueden encontrar en casi todas partes en los EE. UU.! Sin embargo, la lechuga canadiense
Lactuca canadensis crece naturalmente en el este y centro de América del Norte y se ha extendido hacia el oeste hasta cierto punto.
La lechuga silvestre es una planta alta que produce pequeños cogollos amarillos. Crece fácilmente a 3, 4 o más pies de altura. La planta, como muchas otras, tiene una savia lechosa amarga. Aquí hay algunas fotos de cada uno para ayudarlo a identificarlos en el campo.
Esta sustancia lechosa se llama Lactucarium y es la fuente del analgésico. Afecta el sistema nervioso central, pero no contiene opioides. A pesar de la potencia de la planta, sus efectos parecen haberse olvidado. Es extraño cómo algo con un uso y una eficacia tan generalizados puede olvidarse y borrarse tan rápidamente de la memoria moderna.
Hay tres formas de obtener las propiedades analgésicas de la planta. Una es recoger un puñado de hojas de la planta y colocarlas en una maceta después de cortar primero las hojas en trozos muy pequeños. Luego, cubre las hojas con agua. Caliente la olla, pero tenga cuidado de no dejar que el agua hierva, ya que eso descompondría los productos químicos y haría que la mezcla fuera inútil. Después de haber evaporado gran parte del agua, cuele las hojas del líquido restante. Ahora caliéntalo un poco más para concentrar el líquido restante hasta que comience a volverse almibarado y espeso. Retire del fuego y guarde en un frasco.
Otro método es secar las hojas y molerlas para usarlas como té de hierbas.
El tercer método es secar las hojas y fumarlas como un cigarrillo.
Otros usos de la planta son el control de la ansiedad, el asma y la tos.